miércoles, 14 de noviembre de 2012

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Empieza con un simple artículo...
En ocasiones esa magia puede romperse o incluso desvanecerse como si se diera una simple calada a un cigarrillo y, bailando al son de la canción muda el humo se tambalea y acaba desapareciendo en la inmensidad de una solitaria habitación...
Así empieza la historia del único ''Te Quiero'' que he oído en mi vida el cual, desapareció de los espinados labios del perfecto tallo de un rosal llamado boca.

-Debes empezar a pensar que, a lo mejor lo hace para no demostrarte su debilidad.- Me dijo Rinau.
-Pero, entonces, ¿por qué me duele tanto su silencio?.
-Quizás quiere que sientas que, todavía no están del todo cerradas las puertas.
-Me cuesta creerte.- dije yo, pensando que no tenía ni pies ni cabeza lo que ella me decía.
-Mira, ¿porqué no intentas dejarlo caer y ver que pasa?
- No creo que tenga la fuerza necesaria para dejar entre ver mi inseguridad, pero me gustaría que se diera cuenta que todo esto me duele de una manera que no es normal.- dije con un halo de voz tambaleante.
- ¿Estás llorando?.-me preguntó
- No.
- Creo que deberías dormir y no pensar más en esto. Tienes que dejar que no te afecte, mira para delante, no sabes lo que te puede deparar el futuro. - sé que intentaba tranquilizarme pero, en mi interior, yo sabía que lo decía por no hundirme más en el vacío y la soledad que llevaba a mis espaldas desde hacía ya 4 años...


Al día siguiente me encontré en mi camino como cada día con mi buen amigo Lligeru. Y le comenté lo que hablé la noche anterior con Rinau. Sus palabras, como de costumbre, dejaban  ver la precaución con la que me las decía por no hacerme sufrir, que dolían como si un cuchillo afilado rasgara poco a poco y en pedazos mi alma.
Rápidamente, y viendo que la conversación no dejaba nada en claro, cambié de tema como si de un clic se tratara.

-Espero ver a tu amigo hoy. - dije con una pícara sonrisa. Él sonrió y me constestó.
-¡Si! ya sabes que todos los días viene, ¿por qué ese interés? ¿eh, eh, eh?. - con un tono que demostraba la complicidad que nos unía.
-No.... por nada. - Contesté yo, sacando la lengua.
-Aissss, ya sabes que está con alguien, no te encariñes demasiado que luego el golpe es más doloroso- 

Yo, ya lo sabía, pero necesitaba tanto evadirme de la realidad que me rodeaba que, cualquier persona con mis gustos similares me era suficiente, para hacer sacar mi alter ego, el cuál no reunía ninguno de los requisitos que yo poseía en mi propia persona, y, de los cuales, yo estaba más que convencido que algún día llegaría a poseer.

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